AQUÍ LLEGUÉ
Aquí llegué
como en mar barquichuelo a la deriva.
Aquí llegué
a la búsqueda de la mulata y las palmeras,
de la playa y el ron, de la música del tum-tum.
Aquí llegué,
y no para conquistar,
sino para ser conquistado
por las mestizas de pelo amarillo.
Aquí llegué‚
con mi cacao mental,
mis contradicciones,
mi comedura de coco
y mi vena de sentimental.
Aquí llegó
el último morisco judaizado
de la generación de transición - desengañada -,
que perdiendo la batalla de antemano
aspira sólo a sembrar soles
que maduren la conciencia del humano.
Venezuela, 1982
Aquí llegué
como en mar barquichuelo a la deriva.
Aquí llegué
a la búsqueda de la mulata y las palmeras,
de la playa y el ron, de la música del tum-tum.
Aquí llegué,
y no para conquistar,
sino para ser conquistado
por las mestizas de pelo amarillo.
Aquí llegué‚
con mi cacao mental,
mis contradicciones,
mi comedura de coco
y mi vena de sentimental.
Aquí llegó
el último morisco judaizado
de la generación de transición - desengañada -,
que perdiendo la batalla de antemano
aspira sólo a sembrar soles
que maduren la conciencia del humano.
Venezuela, 1982
Gratamente sorprendido.
ResponderEliminarSiempre viendote en la barrera y ahora en el albero.
Animo.
Un saludo Jean-Claude Nicolas Forestier de la Montaña
Querido amigo, no importa que no haya germinado la gramínea en los acebuches porque han florecido las imágenes y las palabras del bosque de Conrad en el corazón de la imprenta. Y te espera un reencuentro con tu entorno.
ResponderEliminarCuando escribes pareces metabolizar tus artes, tus enfados, tus buenos y tus malos para crear una energía bella que te hará bien.
ResponderEliminarNo importa que la gramínea y el acebuche estén de capa caída. Son altamente alergénicos. Como todo en la vida, ellos te la dan y ellos te la quitan.
ResponderEliminarUn saludo Oscar.
Un saludo Rafa.
Ya te vale ir escribiendo un pelín más no?
ResponderEliminarEstoy con libélulas en libertad. Tienes que escribir más y poner en práctica mis lecciones blogueras. Saludos.
ResponderEliminarSchevi tenéis razón los dos.Y eso va a suceder dentro de poco.
ResponderEliminarFui a verte Schevi, a llevarte un regalo como te prometí, a tu puesto de trabajo. Estabas ocupado. Espero verte otro día y que recibas la joya bibliográfica que te tengo reservada como muestra de agradecimiento a tus consejos blogueros.
Salud-os